¿Es mejor INVERTIR en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) o en la bolsa extranjera? en el 2025

¿Inversión con sabor local o aroma internacional? Lima vs. el mundo en la danza de los mercados

En una esquina del cuadrilátero financiero, con guantes algo polvorientos pero mirada resiliente, se encuentra la Bolsa de Valores de Lima (BVL). En la otra, musculosa, veloz y algo arrogante, la bolsa extranjera, con sus múltiples rostros: Wall Street, la Bolsa de Londres, el DAX alemán, el Nikkei japonés. ¿Cuál es la mejor apuesta? ¿Apostar por lo que uno conoce, o lanzarse al océano global, donde el riesgo y la oportunidad bailan un tango peligroso?

Antes de entrar al ring, conviene conocer el terreno. No se trata simplemente de elegir entre “lo nacional” y “lo foráneo”, sino de entender qué tipo de inversor eres, qué ritmo tolera tu corazón ante la volatilidad y, sobre todo, qué tan lejos estás dispuesto a mirar.

I. Lima: inversión con acento andino

La Bolsa de Valores de Lima, fundada en 1860, tiene la elegancia modesta de una institución histórica que se resiste a morir, pero que también evita cualquier escándalo de protagonismo. Su principal índice, el S&P/BVL Peru General, agrupa a las principales empresas que cotizan en el país. ¿Y qué encontramos ahí? Sobre todo minería (como no podía ser de otra forma en un país que es sinónimo de cobre y oro), financieras, algo de industria y una pizca de consumo.

Aquí va el primer dato que descoloca: la BVL es profundamente cíclica. Cuando los precios de los metales suben, la bolsa peruana sonríe. Cuando bajan, entra en depresión. Así de simple. Invertir en la BVL es, en gran medida, una apuesta por los commodities. Y como los precios de estos bienes básicos son definidos en Londres o Chicago, lo que ocurre en Lima es más efecto que causa. Como una orquesta que interpreta la partitura escrita por otro.

Ahora bien, no todo es pesimismo. Las empresas peruanas tienden a ser conservadoras, muchas tienen balances sanos y hay dividendos respetables. Además, la familiaridad cultural y legal da una sensación de control que seduce al pequeño inversor. Conocer el mercado local es como conducir por una ciudad que, aunque caótica, al menos te resulta conocida. Sabes dónde están los huecos.

Pero hay que decirlo sin rodeos: la BVL es un mercado chico, poco líquido, con escasa diversificación sectorial y vulnerable a shocks políticos. Basta una crisis ministerial o una protesta minera para teñir de rojo el tablero. Es como sembrar en tierra fértil pero demasiado expuesta a los caprichos del clima.

II. La bolsa extranjera: océano de posibilidades (y tiburones)

Ahora crucemos fronteras. Invertir en la bolsa extranjera es acceder a un menú infinito de oportunidades: desde gigantes tecnológicos como Apple y Microsoft, hasta fabricantes de autos eléctricos en China o farmacéuticas israelíes con nombres impronunciables. Es, literalmente, invertir en el futuro del mundo.

Las bolsas como la de Nueva York ofrecen liquidez brutal, regulación avanzada y transparencia (aunque con escándalos ocasionales, claro está). La diversificación geográfica y sectorial es otro plus: puedes construir un portafolio donde coexistan empresas de IA, energía renovable, videojuegos y biotecnología. Como tener una huerta global donde no todas las plantas dependen del mismo sol.

Pero esta amplitud viene con un precio: distancia emocional, barreras idiomáticas, riesgo cambiario y, a veces, complejidad tributaria. No es lo mismo invertir en una empresa que conoces porque pasas todos los días frente a su sede, que confiar en una startup finlandesa que desarrolla tecnología para drones acuáticos.

Además, las bolsas extranjeras son una montaña rusa emocional. Suben como cohetes, pero también pueden estallar como burbujas. Y aunque tienen un historial más sólido de crecimiento a largo plazo, no perdonan errores de timing.

III. ¿Y si no es una pelea, sino un vals?

El problema de la pregunta original —¿es mejor invertir en la BVL o en la bolsa extranjera?— es que parte de una falsa dicotomía. No es una batalla de uno contra otro. Es una cuestión de balance y estrategia. Como todo buen portafolio, la clave está en diversificar sin dispersar.

Imagina que la BVL es como sembrar papas en la sierra: lo conoces, lo controlas, pero si llueve demasiado o llega la roya, pierdes la cosecha. La bolsa extranjera, en cambio, es como invertir en una agroindustria en cinco continentes: más complejo, pero con mejor seguro contra las heladas locales.

La combinación ideal varía según tu horizonte de inversión, tolerancia al riesgo y conocimiento del mercado. ¿Eres conservador? Puedes apostar a dividendos estables en la BVL y bonos corporativos internacionales. ¿Eres más arriesgado? Quizás una mezcla de acciones tecnológicas en EE.UU. con mineras locales que sabes que están subvaloradas.

Y aquí entra un último factor: la psicología del inversor. Muchos prefieren lo extranjero por esnobismo, creyendo que todo lo global es mejor. Otros se aferran a lo local por nacionalismo o miedo. Pero el mercado no tiene pasaporte ni himno: solo busca eficiencia.

IV. Conclusión: la brújula está en ti, no en la geografía

En el fondo, no se trata de Lima o Nueva York. Se trata de ti. De lo que entiendes, de lo que te mueve, de cuánto puedes dormir por las noches con tus decisiones financieras. La BVL no es un dinosaurio condenado a la extinción, pero tampoco un unicornio esperando a ser descubierto. Las bolsas extranjeras no son El Dorado, pero sí ofrecen una paleta más amplia con la que pintar tu futuro económico.

La inversión no es una religión ni una guerra de banderas. Es, como dijo Keynes, “el arte de prever el futuro y beneficiarse de ello”. Y en ese arte, tan válido es mirar a los Andes como a Silicon Valley. Solo asegúrate de tener los ojos bien abiertos.

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TikTok ha abierto nuevas oportunidades de monetización para los creadores de contenido en Perú. Si te preguntas cuánto puedes ganar por 1.000 vistas en esta plataforma, la respuesta varía según diversos factores. En promedio, TikTok va a pagar $1.02 dolares por cada 1.000 visualizaciones, lo que equivale aproximadamente a 3.73 soles peruanos.

Requisitos para Monetizar en TikTok

Para comenzar a generar ingresos en TikTok desde Perú, debes cumplir con los siguientes requisitos:

  • Tener al menos 10.000 seguidores a 20000 seguidores segun la cuenta.
  • Haber publicado un video en los últimos 30 días.
  • Ser mayor de 18 años.
  • Residir en una región donde los regalos estén disponibles (Perú es una de ellas).
  • Mantener una cuenta sin penalizaciones y que cumpla con las políticas de la comunidad.

Otras Formas de Monetización en TikTok

Además del pago por visualizaciones, existen diversas estrategias para aumentar tus ingresos en TikTok:

1. Transmisiones en Vivo y Regalos Virtuales

Si tienes más de 1.000 seguidores, puedes realizar transmisiones en vivo (Lives) y recibir regalos virtuales de tus seguidores. Estos regalos se compran con monedas virtuales que los usuarios adquieren con dinero real. Por ejemplo, 70 monedas cuestan 3,75 soles, y 7.000 monedas cuestan 370,85 soles. Los creadores pueden convertir estos regalos en dinero real, aunque TikTok retiene una comisión que varía entre el 20% y el 50%.

2. Programa de Referidos

TikTok ofrece un programa de referidos donde puedes ganar dinero invitando a otros a unirse a la plataforma. Actualmente, se ofrecen 40 soles por cada referido exitoso, con un límite máximo de 400 soles.

3. Colaboraciones con Marcas

A medida que aumentas tu número de seguidores, puedes atraer la atención de marcas interesadas en promocionar sus productos o servicios a través de tu contenido. Estas colaboraciones pueden ser una fuente significativa de ingresos, especialmente si tu audiencia está bien definida y comprometida.

4. Venta de Productos y Servicios

Puedes utilizar TikTok para promocionar y vender tus propios productos o servicios. Esto incluye desde productos físicos hasta servicios de consultoría o tutoriales, dependiendo de tu área de especialización.

5. Marketing de Afiliados

Al unirte a programas de afiliados, puedes ganar comisiones promocionando productos o servicios de otras marcas. Esto implica compartir enlaces de afiliado en tus videos y descripciones, y ganar una comisión por cada venta realizada a través de esos enlaces.

Casos de Éxito en Perú

Varios creadores peruanos han logrado monetizar exitosamente en TikTok:

  • @lossiblings_: Este dúo de hermanos cuenta con más de 25,6 millones de seguidores y gana entre US$15.300 a US$25.500 por publicación.
  • @jmartineze_: Con más de 22,5 millones de seguidores, Josi Martínez genera entre US$13.440 a US$22.400 por video.
  • @aylin.criss: Esta influencer tiene más de 17,4 millones de seguidores y gana entre US$10.440 a US$17.401 por publicación.

Conclusión

TikTok ofrece múltiples vías para monetizar tu contenido en Perú, desde el pago por visualizaciones hasta colaboraciones con marcas y ventas directas. Si bien los ingresos por vistas pueden ser modestos al principio, diversificar tus estrategias de monetización y construir una audiencia comprometida pueden llevarte a generar ingresos significativos en la plataforma.

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¿Cuanto DINERO necesito para vivir de DIVIDENDOS? – Lo que tienes que saber

¿Cuanto DINERO necesito para vivir de DIVIDENDOS? – Lo que tienes que saber

¿Te imaginas vivir sin depender de un sueldo? Para muchos, alcanzar la libertad financiera no es un sueño, sino una meta concreta. Y una de las formas más sostenibles de lograrlo es vivir de los dividendos. Pero la gran pregunta es: ¿cuánto dinero necesitas para hacerlo realidad?

La magia de los dividendos: ingreso pasivo, libertad real

Los dividendos son pagos periódicos que hacen algunas empresas a sus accionistas como parte de sus ganancias. Si inviertes en acciones de empresas sólidas que reparten dividendos de forma regular, podrías recibir ingresos constantes sin tener que vender tus activos.

Este flujo de ingresos pasivos es una de las herramientas favoritas de quienes buscan independencia financiera. Pero no es magia. Requiere planificación, paciencia y una buena estrategia.

El número clave: ¿cuánto necesitas?

La cantidad que necesitas dependerá principalmente de cuánto quieres gastar al año y del rendimiento promedio de tu cartera de dividendos. Supongamos que deseas vivir con $30,000 al año (unos $2,500 al mes) y que tu cartera tiene un rendimiento anual promedio del 4%.

La fórmula es sencilla:

Cantidad necesaria = Ingreso anual deseado / Rendimiento promedio

En este caso:

$30,000 ÷ 0.04 = $750,000

Eso significa que necesitarías invertir aproximadamente $750,000 en acciones que paguen un 4% anual en dividendos para cubrir esos gastos sin tocar el capital invertido.

Calculadora de Dividendos

¿Es posible alcanzar esa cifra?

Aunque pueda parecer intimidante, alcanzar una cartera de este tamaño es completamente viable con un enfoque disciplinado. Aportes regulares, reinversión de dividendos y un horizonte de largo plazo pueden llevarte a esa meta.

Por ejemplo, si inviertes $1,000 al mes y obtienes un rendimiento compuesto promedio del 8% anual (contando apreciación y dividendos reinvertidos), podrías llegar a esa cifra en unos 20 años. Si comienzas antes, incluso más rápido.

Diversificación y seguridad

Una cartera de dividendos sólida debe estar bien diversificada, incluir empresas de sectores defensivos (como consumo básico, energía, salud) y ser revisada periódicamente. No se trata de buscar los rendimientos más altos, sino los más sostenibles.

Algunas empresas han pagado dividendos durante décadas sin fallar un solo año. Estos llamados “Dividend Aristocrats” son una base ideal para una estrategia de ingresos estables y predecibles.

¿Y los impuestos?

Dependiendo del país en el que residas, los dividendos pueden estar sujetos a impuestos. Este es un factor clave a considerar, ya que podría reducir tu ingreso neto. Consultar con un asesor fiscal puede ayudarte a estructurar tu inversión de la manera más eficiente.

Conclusión: más cerca de lo que crees

Vivir de dividendos no es exclusivo de millonarios. Es una meta alcanzable con tiempo, constancia y educación financiera. Cuanto antes empieces, antes verás los frutos.

La libertad financiera no se compra: se construye. Y los dividendos pueden ser los cimientos de esa vida que tanto deseas.

Snapchat: 850 millones de usuarios y una transformación inevitable

Snapchat: 850 millones de usuarios y una transformación inevitable

¿Cómo puede una empresa con cientos de millones de usuarios acercarse a la quiebra? Snapchat es el caso que todos observan con atención: un gigante digital que, lejos de desaparecer, podría estar a las puertas de su reinvención más audaz.

En 2025, Snapchat cuenta con más de 850 millones de usuarios activos. Su popularidad entre las generaciones jóvenes sigue siendo sólida, especialmente en mercados como Estados Unidos, India y América Latina. Sin embargo, los titulares recientes advierten sobre su aparente crisis financiera, y muchos se preguntan: ¿cómo puede un producto tan utilizado enfrentar problemas tan serios?

La respuesta no es tan simple como una caída en usuarios o una mala estrategia. En realidad, Snapchat se encuentra en un momento decisivo de su historia: el reto de convertir el alcance en rentabilidad sostenible. Y aunque eso ha generado tensiones con inversores y pérdidas operativas, también ha abierto una oportunidad única para redefinir su modelo de negocio.

La paradoja del éxito sin beneficios

Snapchat siempre ha sido un pionero. Popularizó los mensajes efímeros, impulsó la realidad aumentada y desafió a gigantes como Instagram y TikTok. Pero esa innovación constante también conlleva grandes inversiones. Entre desarrollo tecnológico, adquisición de talento y expansión global, los costes se dispararon, mientras que los ingresos publicitarios no crecieron al mismo ritmo.

Además, su enfoque en la privacidad y la experiencia orgánica —alejándose de la publicidad invasiva— ha sido muy valorado por los usuarios, pero más difícil de monetizar. Esto creó una paradoja: una app querida por su comunidad, pero subestimada por los mercados bursátiles.

El momento de la reinvención

En lugar de rendirse, Snapchat está apostando por la reinvención. Recientemente ha lanzado nuevas funciones premium, herramientas de IA integradas para creadores y un modelo de suscripción llamado Snapchat+. Este último ha superado los 9 millones de suscriptores en menos de dos años, un indicio claro de que los usuarios están dispuestos a pagar por más valor.

Asimismo, la compañía ha fortalecido alianzas estratégicas en sectores como moda, entretenimiento y educación, aprovechando su avanzada tecnología de realidad aumentada. La meta es clara: migrar de ser una app social a convertirse en una plataforma inmersiva y multifuncional.

Un futuro incierto, pero no oscuro

¿Está Snapchat cerca de la quiebra? Financiera y técnicamente, no. Está enfrentando una tormenta, sí, pero no es la primera ni será la última en el sector tecnológico. Lo que diferencia a Snapchat es su base de usuarios leales y su capacidad probada de innovar.

Las grandes marcas que hoy dominan el mercado han atravesado momentos similares. Amazon operó durante años con pérdidas. Netflix sobrevivió a crisis repetidas. Apple estuvo al borde del colapso en los 90. Snapchat puede estar en esa misma curva de crecimiento disruptivo.

En lugar de hablar de fracaso, quizás es hora de hablar de transición. Y como muchas veces en la historia de la tecnología, esos momentos de tensión marcan el inicio de algo mucho más grande.